Literatura II: Actividad 28 Cuestionario del texto Mascaras mexicanas (Ensayo).


SESIÓN 28

Fecha: 08 de Junio de 2020

Actividad 28: Cuestionario del texto Mascaras mexicanas (Ensayo).

Disciplina: Literatura II

Unidad: 3 “Literatura latinoamericana contemporánea”

CONTENIDO ESPECÍFICO:

Ensayo

INSTRUCCIONES:

1.- Realiza la lectura del texto Mascaras mexicanas (pág. 158).

"Máscaras mexicanas"
Corazón apasionado
disimula tu tristeza.
Canción popular
Viejo o adolescente, criollo o mestizo, general, obrero o licenciado, el mexicano se me aparece como un ser que se encierra y se preserva: máscara el rostro, máscara la sonrisa. Plantado en su arisca soledad, espinoso y cortés a un tiempo, todo le sirve para defenderse: el silencio y la palabra, la cortesía y el desprecio, la ironía y la resignación. Tan celoso de su intimidad como de la ajena, ni siquiera se atreve a rozar con los ojos al vecino: una mirada puede desencadenar la cólera de esas almas cargadas de electricidad. Atraviesa la vida como desollado; todo puede herirle, palabras y sospecha de palabras. Su lenguaje está lleno de reticencias, de figuras y alusiones, de puntos suspensivos; en su silencio hay repliegues, matices, nubarrones, arco iris súbitos, amenazas indescifrables. Aun en la disputa prefiere la expresión velada a la injuria: "al buen entendedor pocas palabras". En suma, entre la realidad y su persona se establece una muralla, no por invisible menos infranqueable, de impasibilidad y lejanía. El mexicano siempre está lejos, lejos del mundo y de los demás. Lejos, también, de sí mismo.
El lenguaje popular refleja hasta qué punto nos defendemos del exterior: el ideal de la "hombría" consiste en no "rajarse" nunca. Los que se "abren" son cobardes. Para nosotros, contrariamente a lo que ocurre con otros pueblos, abrirse es una debilidad o una traición. El mexicano puede doblarse, humillarse, "agacharse", pero no "rajarse", esto es, permitir que el mundo exterior penetre en su intimidad. El "rajado" es de poco fiar, un traidor o un hombre de dudosa fidelidad, que cuenta los secretos y es incapaz de afrontar los peligros como se debe. Las mujeres son seres inferiores porque, al entregarse, se abren. Su inferioridad es constitucional y radica en su sexo, en su "rajada", herida que jamás cicatriza.
El hermetismo es un recurso de nuestro recelo y desconfianza. Muestra que instintivamente consideramos peligroso al medio que nos rodea. Esta reacción se justifica si se piensa en lo que ha sido nuestra historia y en el carácter de la sociedad que hemos creado. La dureza y la hostilidad del ambiente —y esa amenaza, escondida e indefinible, que siempre flota en el aire— nos obligan a cerrarnos al exterior, como esas plantas de la meseta que acumulan sus jugos tras una cáscara espinosa. Pero esta conducta, legítima en su origen, se ha convertido en un mecanismo que funciona solo, automáticamente. Ante la simpatía y la dulzura nuestra respuesta es la reserva, pues no sabemos si esos sentimientos son verdaderos o simulados. Y además, nuestra integridad masculina corre tanto peligro ante la benevolencia como ante la hostilidad. Toda abertura de nuestro ser entraña una disminución de nuestra hombría.
Nuestras relaciones con los otros hombres también están teñidas de recelo. Cada vez que el mexicano se confía a un amigo o a un conocido, cada vez que se "abre", abdica. Y teme que el desprecio del confidente siga a su entrega. Por eso la confidencia deshonra y es tan peligrosa para el que la hace como para el que la escucha; no nos ahogamos en la fuente que nos refleja, como Narciso, sino que la cegamos. Nuestra cólera no se nutre nada más del temor de ser utilizados por nuestros confidentes —temor general a todos los hombres— sino de la vergüenza de haber renunciado a nuestra soledad. El que se confía, se enajena; "me he vendido con Fulano", decimos cuando nos confiamos a alguien que no lo merece. Esto es, nos hemos "rajado", alguien ha penetrado en el castillo fuerte. La distancia entre hombre y hombre, creadora del mutuo respeto y la mutua seguridad, ha desaparecido. No solamente estamos a merced del intruso, sino que hemos abdicado. […]



2.- Considerando el contenido del texto, responde a las siguientes preguntas:

¿A qué forma de ser del mexicano se refiere el autor?

¿En qué sentido utiliza el autor la expresión “al buen entendedor pocas palabras”?

¿A qué plantas hace referencia con la expresión “que acumulan sus jugos tras una cascara espinosa”?

¿Por qué es difícil establecer amistad, según el autor?

Menciona una idea expuesta por el autor con la que estés de acuerdo y otra con la que no estés de acuerdo. Menciona las razones.

3.- Incluye el cuestionario del texto Mascaras mexicanas al portafolio de evidencias físico.

PRODUCTO QUE DEBES INTEGRAR A TU PORTAFOLIO DE EVIDENCIAS FÍSICO

Cuestionario del texto Mascaras mexicanas.

Nota: Recuerda que la actividad es escrita a mano en hojas blancas, con margen de 2 x 2 color rojo, la actividad debe incluir: Contenido o Tema, Fecha de elaboración y Desarrollo de la Actividad. Para dar respuesta a esta actividad únicamente debes integrar a tu portafolio de evidencias el cuestionario del texto Mascaras mexicanas.

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